viernes, 30 de diciembre de 2016

Mi 2016 corriendo

"EMPIEZA POR HACER LO NECESARIO, LUEGO HAZ LO POSIBLE Y DE PRONTO ESTARÁS LOGRANDO LO IMPOSIBLE" (SAN FRANCISCO DE ASIS)


Me gusta escribir mis reseñas de maratones. Y hoy quiero compartir algo nunca hice, mi reseña del año corriendo. 

2016 ha sido mi año más intenso en carreras, planeadas desde enero cada una como sueño personal.

11 carreras y un maratón. Eso decidí en enero del 2016. En realidad serían 12, pero en abril me quede sin inscripción de una de esas carreras (primavera, del serial las estaciones) aunque soy de la idea que nada es casualidad, si no la corrí, es porque así tenía que ser. Al final de año tuve la medalla como regalo de AsDeporte por correr las demás.



Para mí correr es como una metáfora de la vida. Sueñas, planeas, trabajas por ese sueño y dependiendo las circunstancias se cumple o no.  No hay magia ni truco para realizar los sueños. El único camino es trabajar por ellos.

Y hoy haciendo el recuento del año  llego a la conclusión que lo más bonito de cada una de las carreras no son los las medallas, ni los trofeos, aunque es satisfactorio obtenerlos. Lo mejor está en los momentos, las sonrisas, los lugares al correr, las personas con las que nos cruzamos y todo lo que envuelve correr. 

De cada carrera recuerdo la sonrisa de mis hijos, su paciencia y gusto al acompañarme a cada una de ellas, para ellos que su mamá corra y entrene ya es parte de su vida, de mis mejores regalos es cuando ellos me hacen saber que se sienten orgullosos de su mamá corredora. Mi esposo apoyándome,  alentándome y tomándome fotos antes y muchas veces después de las carreras; agradezco esos momentos, y no por las fotos sino por estar ahí conmigo, siempre con paciencia y a veces hasta más emocionado que yo para esperarnos a la premiación cuando era el caso. Los  amigos del D.F que se hicieron amigos de tanto vernos allá. Por mi hermosa Ciudad de México, que hice mía de tanto correrla en el año. Por los amigos de Puebla, corredores y no corredores, que también estaban presentes con palabras y pensamientos cada vez que me tocaba correr. Por los entrenamientos, las risas y a veces hasta los llantos, porque también los hubo y debo agradecer que en su mayoría fue por felicidad. Por mis desmañadas y mis desveladas para poder entrenar. Por esos días de amaneceres corriendo que me hacen sentir tan bendecida por el único hecho de estar viva. 

Y aunque todas mis carreras fueron especiales, siempre hay consentidas, este año tuve tres. 

La primera: Mi maratón, que me enseñó que los sueños se cumplen aunque no siempre como lo planeas, pero que si trabajaste por ello siempre el resultado te sabe a GLORIA. 


La segunda: El medio maratón de Chicago que me regalo la sonrisa más grande del año con un podio que no esperaba pero disfrute como ninguno. Recuerdo ese día fui a preguntar los resultados extra oficiales, la chica encargada de ello ingreso en la computadora mi número, volteo la pantalla para que pudiera mirarla  y apareció mi nombre   "Alejandra Hernández, 2nd place category 35-39" recuerdo que mire la computadora incrédula y asimilando si eso era ¿2o lugar? Y mi esposo muy emocionado me dijo "que bárbara fuiste segunda".  Mi alegría era tanta, pero necesitaba que alguien más me lo confirmara. La chica pudo entenderlo y con una sonrisa en inglés me dijo  "Felicidades, regresa en 30 minutos a la premiación".  


La tercera: La carrera del hospital Ángeles. Fue una carrera muy significativa para mí por situaciones personales. Ese día iría sin esperar nada y solo a correr, y a veces cuando menos esperas es cuando los mejores regalos llegan. Ese día fui 1er lugar absoluta, de las mejores experiencias del año. Fue increíble  ir escoltada por la motocicleta que acompaña a cada uno de los punteros de la rama desde el km 3. Recuerdo que el chico miro mi número y por radio dijo, “voy con la número 962”,  y  le contestaron es Alejandra Hernández, sentí tan bonito. Inmediatamente me pregunto: “¿eres Alejandra Hernández?" Con mucha alegría le dije, ¡SI!. Me acompaño durante los 7 kms restantes. Y  ese chico de la motocicleta que nunca supe su nombre me dio otra alegría sin saberlo, al decirme 100 metros antes de la meta  "felicidades Ale, fue un gusto acompañarte, eres la ganadora absoluta de la carrera Hospital Ángeles 2016" y me dejo entrar sola a la meta, sus palabras fueron de los regalos más bonitos de mi año corriendo. 


Mucha gente se involucró en mis sueños corriendo y estoy muy agradecida con cada uno de ellos. Mario mi esposo con todo su apoyo y compañía de siempre. Mi Nutriólogo Roberto, quien la segunda parte del año lo hizo desde lejos porque se fue a vivir a Toluca para su desarrollo profesional. Mi fisioterapeuta y amigo Christian Rebollo quien siempre ha estado presente como amigo y profesional siempre atendiéndome oportunamente. Mi familia y amigos. 

Mi 2016 corriendo:

11 carreras 
9 podios 
1 maratón 
12 metas cruzadas.


Gracias a Dios por permitirme un año más de vida.
Gracias a mi corazón terco y apasionada que le gusta soñar y volver esos sueños realidad. 
Gracias a mis piernas que siguen disfrutando los kilómetros que recorren.
Gracias a mi familia que siempre se alegra con lo que me hace sonreír.
Gracias a mí, por ser mi mayor inspiración y permitirme proyectar mis sueños y convertirlos en meta.
Gracias 2016.

Gracias a Team Virtus por el apoyo e invitarme a formar parte de esa familia de Atletas VIRTUS.

Siempre es bueno encontrar una pasión y disfrutar de ella, la mía entre algunas otras es correr.



Ale Hernández



lunes, 17 de octubre de 2016

SCOTIABANK TORONTO WATERFRONT MARATHON mi crónica

SCOTIABANK TORONTO WATERFRONT MARATHON 



Como es mi costumbre, me gusta contar la crónica de mis maratones, y este no podía ser la excepción. Desde inicio fue un maratón un poco accidentado, quedándome sin entrenador una  semana antes de empezar entrenamiento. Pero todo caos también viene acompañado de cosas buenas y así fue. Pues gracias a eso gané a una gran compañera de entrenamientos y sobre todo a una gran amiga, Myrna Pacheco. Quienes la conocemos sabemos lo gran corredora que es, quien mejor que ella. La busque para pedirle consejo y fue así que me recomendó entrenar con el que había sido su entrenador.

Con ellos dos, él como entrenador y ella en el acompañamiento empecé a entrenar en Julio.

¿Pero por qué Toronto? Varias personas me lo preguntaron. 
Toronto es la ciudad de mi primera carrera. 

Hace 7 años, mi esposo quien llevaba corriendo un poco más de dos años había planeado correr su primer medio maratón allá. Me emocioné mucho con la noticia pues a mí me encanta conocer ciudades, pero él me pidió que yo también corriera. ¿Yooo? Le dije, pero si no corro, él contestó, hay una carrera de 5k ¡hazla!. 5 kms se me hacían posibles, dije ¡si!.

Me preparé dos meses antes y así el 18 de octubre del 2009 cruce mi primera META. Cuando cruce ese arco mi primer pensamiento fue "de aquí soy" y desde entonces correr es parte de mi vida. 

Las sensaciones que uno experimenta durante la carrera y al cruzar la meta son maravillosas, sabía desde ese momento que correr ya era parte de mi, parece loco y quizá lo es pero hay que correr para entender. Ese día cuando yo veía salir a los maratonistas y medio maratonistas me emocioné hasta las lágrimas, es maravilloso ver la salida de los corredores. Logras notar su emoción, alegría, entusiasmado por comenzar y aveces hasta un poco de miedo, miedo que no los para y por el contrario lo enfrentan. En ese momento mi pensamiento era, "¿como corren 42kms, como logran soportar tanto?. Yo los veía como una niña mirando a súper héroes. En ese entonces ni siquiera atravesaba mi mente la idea de correr algún día los 42k, pero lo que sí sabía es que Correr ya era parte de mi vida.

Entonces ¿en qué momento decido hacer Toronto? después de cruzar  la meta de mi primer maratón, el powerade Monterrey 2011. Ese día supe que ya no era sólo correr lo que estaría en mi vida, sino también los maratones. Por diferentes circunstancias fue que hasta este año se logró concretar aquella idea desde Monterrey. Regresar a la ciudad que por primera vez corrí una carrera y ser ahora de esos locos corredores que se demuestran a si mismos que con trabajo y entrenamiento se cumplen sueños. 

Después de Monterrey, Chicago, Boston, Houston y Berlín. Por fin regresaría a Toronto, pero ahora por los 42 kilómetros y sus sufridos pero satisfactorios 195 metros.

Todo el entrenamiento me fue excelente, fue un gran año corriendo donde me supere en muchos aspectos. Y es que correr nos regala eso, superarnos y así ganamos confianza no sólo para la carrera sino para la vida misma. Corrí varias carreras este año y la última antes del maratón fue el Chicago half marathon el 25 de septiembre, donde logre mejorar mi marca de 10k y por segundos la de 21k y no solo eso, sino que tuve la dicha de tener podio por categoría, siendo la segunda mujer de mi categoría en cruzar la meta. Eso para mí fue una Bendición y una inyección de energía. Tuve una maravillosa racha de carreras antes del maratón y como en todo sé que eso fue gracias al trabajo, pero sobre todo al amor. Porque si además de trabajo le pones amor las cosas salen mucho mejor.



Chicago Half Marathon


Pero no todo son sonrisas y la vida no es lineal, hay subidas y bajadas, como en las carreras.  Y mi trayecto a Toronto tuvo sus tropiezos. Primero quedarme sin entrenador que fue solucionado, pero la más fuerte fue 8 días antes del maratón, al enfermarme de una salmonela. Vi en gran riesgo mi maratón.Tuvieron que ponerme suero para recuperarme, me sentía tan mal y deshidratada que en ese momento creí no me repondría a tiempo. Le pedí a Dios que me ayudara a recuperarme, le dije que solo me dejara correrlo, pues aunque a mí me gusta superarme, sé que el mayor regalo esta el hecho de correr. Con su ayuda, la de los médicos y mi familia logré recuperarme, seguramente no del todo, pero yo me sentía en pocos días prácticamente recuperada. Así el jueves de la semana del maratón regrese a correr, probablemente las defensas las llevaba bajas y ese mismo día me enferme  de gripa y tos. Pensaba "ay no ¿ahora tos y gripa?" pero en ese momento solté, obvio busque nuevamente al Médico y me recetó medicamento que me ayudó, pero sabía que ya no sólo eran las secuelas de la salmonela, sino correr con gripa. Jamás pondría mi cuerpo en riesgo, pero tampoco me rendiría, quería correr, pero también me quería sana. Entraron nuevamente mis dudas de si correr o no. Mi doctor me dio luz verde para correr, aunque me dijo, "escucha tu cuerpo y no le exijas de más". Así que llegue a Toronto quizá no con las condiciones ideales pero si con las necesarias. 

LA EXPO

Toronto waterfront Marathon es un maratón hermoso, la expo no es muy grande pero tiene todo lo necesario y aquello que amamos los corredores, todas las marcas, aditamentos, tenis y relojes. Un día antes del maratón hice lo que nunca había hecho en ningún maratón: descansar. Soy de las que camina para pasear en las expos, camino todo el día para aprovechar cada minuto en otra ciudad. Esta vez preferí no hacerlo, sentía que entre más descansara más rendiría. Así que después de recoger mi número en la expo y un recorrido muy corto a comer ligero y a descansar.



EL DÍA DEL MARATÓN 

A pesar de lo sucedido decidí ir al ritmo planeado. Mi fé es grande y creí que a pesar de todo se podía dar.

Es un maratón donde van muchos mexicanos, fue emotivo encontrarme en la salida a muchos. 20 minutos antes yo ya estaba en mi corral, era el rojo el primero en salir. 10 minutos antes comienza a llover, mi primer pensamiento a eso fue, claro tenía que ser así, como en mi primer maratón, el de Monterrey 2011 donde también llovió. Para mí no podía ser más perfecto. 
8:45 y se escucha el himno nacional de Canadá e inmediatamente el sonido de salida. A CORRER.

El primer km salí más rápido de lo indicado siempre me pasa, me gana la emoción. Aunque inmediatamente trato de controlarme e ir al ritmo planeado. A partir del km 2 siento que voy al ritmo correcto y continúo. Así sigo 5 kms, durante ese tiempo sentía más agotamiento que en otras ocasiones. Honestamente ni en la salmonela pensé, estaba segura que a partir del km 5 tomaría ritmo sin problema. Pero por el contrario del 5 al 10 sentí que mi paso iba mermando aunque seguía manteniendo un buen ritmo. Después del 10 comencé a entender que estaba exigiendo más de lo que debía. Recordaba aquella platica con Dios donde le pedía que solo me dejara correrlo, de lo que el doctor me había dicho y sobre todo de lo que yo me había prometido: CUIDARME. 

Mis piernas estaban bien y había corrido 10kms a muy buen rimo, pero debía ser consciente que faltaban 32 kms y no sentía la energía acostumbrada. Así transcurren 4 kms más y decido trotar. Recordé la platica del día anterior con mi amigo José Manuel que me decía: "quizá este es un maratón para solo disfrutar". Todos los disfruto, pero este era solo de disfrutar y olvidarme del tiempo. No volví a mirar el reloj y le dije a mi cuerpo vamos a trotar a como se pueda. Para el medio maratón iba agotada. Pero quería terminarlo. Me sentí deshidratada desde el km 5, deshidratación que tenía a consecuencia de la salmonela y que no dio tiempo recuperar, lo supe en ese momento. Así que como siempre tome líquido en todos los abastecimientos, pero ahora sin prisa y caminando para tomarme tiempo para agradecer con una sonrisa y un "¡thanks!" a cada uno de los chicos que me ofrecían los vasos. 

Me dediqué a mirar con atención cada uno de los lugares por los que pasaban, leía todos los carteles, veía a cada uno de los niños con los que me topé, chocaba sus manos y más que nunca agradecía cada una de las porras que escuchaba. MÉXICO, MÉXICO, lo escuchaba a cada rato. 

La ciudad de Toronto es hermosa, pero una buena parte del maratón es por carretera, me habían dicho que era un maratón  de poca porra, pero vi más de la que esperaba. 

A parte del kilómetro 24 es un maratón en solitario hasta el 32. Éramos prácticamente solo los maratonistas y los voluntarios. Fue un momento de mucho agradecimiento a mi cuerpo, a Dios por permitirme correr, a mis amigos por estar conmigo. Pensaba, "me están siguiendo y espero no se preocupen al ver que voy a ritmo mucho más bajo de lo acostumbrado, yo lo estoy disfrutando muchísimo".

Cuando corro maratón pienso en tantas cosas, personas, momentos. Me acorde de mi entrenador quien me habló un día antes y entre tantas cosas me dijo: "inténtalo, pero quiero que sepas que independientemente del resultado tú ya ganaste. Porque te entregaste en cada entrenamiento..." Pensé en mis hijos, como siempre vi sus caritas en muchos momentos. En Mario mi esposo, que también corría. Agradecí por mi trabajo y el de mi esposo que nos permitían estar ahí. Me sentí tan bendecida y agradecida. Agradecí a Dios por darme un corazón que disfruta mucho correr. 

Y cómo no estar agradecida si mis pies pisaban lugares que jamás habían pisado y mis ojos miraban paisaje que no habían mirado. Pues aunque conocía ya la ciudad, no la conocía del todo. Nada como conocer una ciudad durante 42 kms. 

Miraba a los corredores que pasaban junto a mi, los que venían atrás y venían del otro extremo, les sonreía y me regresaban la sonrisa. Muchos de ellos inclusive me gritaban MÉXICO.

Del kilómetro 32 al 35 pasamos por una colonia a las afueras de la ciudad. Una colonia de mucha porra, muchos niños, miraba a todos y agradecía sus porras. La gente en esa colonia sale a apoyar y ponen sus propios puestos de abastecimiento, ofrecen plátanos, naranjas, agua, dulces e inclusive hay quienes salen con bocinas para amenizar con música.


En el km 36 comienzo a ver a lo lejos que ya casi entramos a las ciudad. Se ve la ciudad de Toronto, con sus altos edificios y su majestuosa Torre CN. Ver esa postal me hizo emocionar. Qué privilegio estar ahí, cansada y algo agotada pero feliz. En ese momento saqué mi celular y quise grabar un video para agradecer a toda la gente que me acompañó aunque no lo supo. Me acompañaron  tantos en mente y corazón. 



A partir del kilómetro 36 vi a muchos corredores acalambrados, no sé si en este maratón había más, o quizá en los otros no lo había notado, pero eran muchos. Y aunque no se siente bien ver a alguien sufriendo por un calambre, si es hermoso observar cómo los corredores nos ayudamos unos a los otros, pues en cada uno de los que vi siempre había otro corredor para auxiliarlo. 

El esfuerzo que uno nota en los últimos kilómetros es grandioso. Y así es la vida, aparentemente cuando ya no puedes, es cuando menos te rindes.

¡Viví el maratón desde otra perspectiva y eso fue hermoso! 

A partir del kilómetro 40 hay una porra impresionante, música, animadores, mucha gente que aplaude y apoya. A partir de ahí es una valla de gente aplaudiendo hasta el final, eso impulsa y más esos dos últimos kilómetros. Son gritos y gritos de aliento hasta llegar a la meta. Y se agradece más porque los dos últimos kilómetros son de subida. 

Casi llegando, había un letrero que decía: "300 meters you can". Ahí me emocioné mucho y me dije, "SI,  YO PUEDO y YO PUDE" a esa altura también vi a un corredor que ya no podía correr a consecuencia de un calambre y caminaba con mucho esfuerzo ayudado  de dos amigos que lo sostenían de los brazos para llegar y cruzar la Meta, amigos que llevaban un número de maratón también,  y lejos de pensar en un tiempo, acompañaban  a su amigo para cruzas. Mirar ese tipo de cosas hacen agradecer corre un maratón. 

Fue un maratón que lo viví diferente  y aproveche cada instante en él.  Di mi mayor esfuerzo porque mi energía no daba para más, pero mis piernas jamás sufrieron y ese equilibrio me hicieron disfrutar.

Cuando cruce la meta vi hasta ese momento el reloj 3:52, un tiempo del cual estoy orgullosa como los anteriores. Pues al igual que en los otros hubo esfuerzo y preparación. Me prepare 4 mese para un maratón y lo corrí. 

En ninguno de los anteriores 5 maratones había terminado con tanta hambre, devoré todo lo que me dieron en la zona de recuperación y no me fue suficiente.

Gane tantas cosas en el camino. 
Gane  una amiga y excelente compañera de entrenamiento.  
Gane mi mejor marca en 10k y 21k tres semanas antes del maratón. 
Gane el apoyo incondicional de mis amigos y nuevos amigos.  

Y Gane la hermosa medalla de mi 6o maratón. 




Siempre he sabido que el maratón es impredecible, y por segunda vez lo comprobé. Pero así como en Boston 2013, aquel maratón que por lesión no corrí, sé que no me rindo y que las cosas a veces no salen como uno planea, así como en la vida. Pero eso lejos de frustrarnos nos impulsa, porque nos hace no desistir hasta lograrlo.  Ya pienso en el 7o.

Me preparé para un maratón y corrí mi maratón.


Cruce la meta y llore como en todos. Agradeciendo más que nunca a Dios, a mis piernas y a la vida el permitirme Cruzar.
Mi 6o maratón lo defino como un maratón de mucho aprendizaje, mucho crecimiento y sobre todo de mucho agradecimiento.


¡Encuentra tu pasión y vívela intensamente!


GRACIAS A TI QUE ME LEES Y A TODOS AQUELLOS QUE ME ACOMPAÑARON EN ESTE CAMINO.




ALE HERNANDEZ 


sábado, 16 de abril de 2016

Mi maratón más difícil

Hace poco me preguntaron, ¿cuál ha sido tú maratón más difícil?, respondí Boston 2013. 

Aquel maratón que por la lesión NO corrí. 

Para mí el Maratón más difícil es aquel que por alguna circunstancia no se puede correr.

Cuando corremos maratón nos implica meses de entrenamiento, nos ilusionamos al esperar la fecha, nos entregamos en esos kilómetros que vamos sumando para llegar al día. Así que no correrlo por la circunstancia que sea, implica una desilusión y una tristeza. 

Boston 2013 es especial para mí, es mi maratón aunque no lo corrí.


Es un maratón que me hizo llorar, y es que así son los amores a veces hacen sufrir.

Quienes hemos corrido maratón sabemos que correrlo implica un gran esfuerzo, no solo en los entrenamientos, sino el dia del maratón. Pasamos por momentos difíciles durante los 42 kilómetros y 195 metros; sin embargo es más difícil NO CORRERLO, QUE CORRERLO

Boston 2013 es un maratón que me dejo grandes lecciones y aunque no lo corrí es mío, porque  lo viví.

Y puedo decir que aunque no lo corrí, si estuve ahí a través de amigos que lo corrieron y fueron empaticos conmigo. Y tuvieron el enorme detalle de dedicarme algunos de sus kilómetros.




El maratón que no corrí me enseño mucho. Me enseño que de cualquier tristeza me levanto.

Me enseño que la palabra NO PUEDO es momentánea. Porque ¡Siempre se puede!.

Me enseño que la fortaleza del corazón es más grande que la física.

Me enseño que persistir es la clave para cualquier ÉXITO.

Me enseño que un sueño vive en el corazón y no se sale hasta que se cumple.

Me enseño que se aman a las personas, pero también se pueden amar ¡las pasiones! 

Me enseño que el miedo y el amor es lo que más mueve a una persona y debemos fijarnos en que sea el amor lo que nos mueva.

Me enseño que soy más fuerte de lo que pensé, más persistente de lo que soñé y más terca de lo que imagine. 

Me enseñó a que si amas algo, tienes que trabajar y buscar los medios para conseguirlo. Porque la vida está hecha de caídas, pero nos define nuestras ganas de levantarnos y poder decir, me costó pero lo conseguí. 

Me enseño con ese atentado Boston 2013 que hay personas malas, pero que hay muchas más personas buenas, dispuestas a ayudar, a ser fuertes, a sonreír a pesar de las adversidades.

Me enseño que cuando la vida te dice "por ahora no" es porque quiere que aprendas un poco más en el camino.

Me enseño que un sueño se cumple y ya que lo cumples vas por uno más.

El sueño de correr Boston se cumplió en 2014, pero 2013 "el maratón que no corrí"   sin duda ocupa un lugar especial.

Ale Hernández



Amo Correr




lunes, 28 de marzo de 2016

Correr es muy sencillo



Correr es muy sencillo, para correr solo necesitas un par de tenis, ropa cómoda y salir a correr.

Conforme te vas adentrado en el mundo del Running te das cuenta que hay infinidad de aditamentos, aplicaciones, ropa, tenis según tu pisada, relojes y así un sin número de cosas que pueden ayudarte a correr mejor. Encontrarás que hay muchos equipos, entrenadores, páginas informativas, libros, videos y un sin número de medios que  te dirán cómo correr y "mejorar". Y entonces quizá pienses que corre "no es tan fácil". Error, correr es sencillo si te enfocas en lo importante. En la esencia básica.

Esa escénica básica con la que iniciaste; con la sencillez, con la alegría, las sonrisas, con el entusiasmo, con el "miedo" de averiguar si podrás con un kilómetro más, con esos pequeños detalles que te hacen entusiasmar...

 ¡Correr es muy sencillo!.

Correr son sonrisas, son logros personales y metas superadas. 

Correr es tan sencillo como sonreír.
Correr es tan sencillo como saludar a la persona que pasa a tu lado.
Correr es tan sencillo como mirar un hermoso paisaje.
Correr es tan sencillo como ver un amanecer.
Correr es tan sencillo como sentir el aire en nuestra cara.
Correr es tan sencillo como oír el sonido de los árboles.
Correr es tan sencillo como sentir esa gota de sudor que cae de nuestro rostro.
Correr es tan sencillo, como sentir hacia dentro el latido de nuestro corazón. 
Correr es tan sencillo como sentir todas esas sensaciones que experimentamos al correr.

¡CORRER ES DISFRUTAR!

Corramos con la sencillez que nos regala correr, porque caminar es una Bendición, pero si además corres, ya es un regalo adicional.

Ale Hernández